Percepciones acerca de: UNA NUEVA CULTURA POLÍTICA PARA AMÉRICA LATINA de Carlos Tunnermann Bernheim
INTRODUCCIÓN
Este artículo tiene como objetivo cavilar sobre cómo el concepto de cultura política planteado por Carlos Tunnermann Bernheim, nos invita a la reflexión sobre la problemática del concepto mismo y su adecuación a la realidad para América Latina y en particular a Bolivia, a fin de hacer más acertado su uso.
El concepto de Cultura Política nace y se desarrolla en la década del 60, Este enfoque intenta explicar desde una mirada psico-cultural los fenómenos políticos, buscando unificar las interpretaciones psicológicas del individuo, con una mirada más macro de la realidad política. (Millán La Rivera 2008)
DESARROLLO
De acuerdo con lo establecido en la lectura de Tunnermann Una nueva cultura política para América Latina implica estar consciente de diez principales problemas y desafíos del mundo contemporáneo:
-El rápido desarrollo de la tercera
revolución industrial
-La pobreza, inequidad y exclusión.
-La emergencia de nuevas amenazas a la
paz, la seguridad y los derechos humanos.
-Los problemas provenientes del
crecimiento excesivo de la población mundial.
-La rápida degradación del medio
ambiente, provocada por el recalentamiento del planeta.
-La emergencia de la “sociedad de la
información”.
-Los cambios en los sistemas
democráticos y en el sistema mundial de las Naciones Unidas.
-La relevancia mundial del rolo de la
mujer.
-El pluralismo cultural, de la
diversidad y la creatividad, en un mundo globalizado y de redes informáticas.
-La ciencia y a la tecnología.
Además de los cuales, también es sumamente necesario tener conocimiento critico sobre conceptos como la globalización, la gobernabilidad democrática, la corrupción y la ética.
El concepto de globalización no se
limita al aspecto puramente económico; en realidad, es un proceso
multidimensional que comprende aspectos vinculados a la economía, las finanzas,
la ciencia y la tecnología, las comunicaciones, la educación, la cultura, la
política, etc... Sin embargo, el proceso de globalización no está generando un
incremento uniforme de progreso y desarrollo en todas las regiones del mundo.
Frente a los procesos de globalización y
de conformación de los grandes bloques económicos, los Estados necesitan nuevos
enfoques y políticas lucidas para fortalecer su capacidad de negociación y
mejorar su inserción en la economía internacional, teniendo presente que la
globalización está dominada por la “intensidad del conocimiento” y la
competitividad internacional. (Tunnermann, 2005)
Teniendo a la gobernabilidad democrática,
como un estilo de gobierno caracterizado por un mayor grado de cooperación e
interacción entre el Estado y actores no estatales, sabemos que necesita para sobrevivir que las políticas económicas
y las políticas sociales estén estrechamente unidas, integradas. Mejor dicho,
que formen parte de un solo esfuerzo nacional. Una mayor equidad social
incrementa las posibilidades de fortalecimiento democrático.
Y en contraste hablando de Corrupción en
todas sus formas conocidas, es la acción y efecto de corromper, corroe, carcome,
y refuta todos los elementos democráticos. Es la manifestación del
particularismo, ya que expresa el egoísmo, el egocentrismo, los privilegios
injustos, el aprovechamiento de las debilidades, la utilización inescrupulosa
de los débiles y los indefensos.
Si no se controla la corrupción oficial
eventualmente resulta en una debilidad del Estado que incluye todo tipo de
indisciplina social que obstaculiza la efectividad del gobierno y obstruye el
desarrollo nacional. (Gerald Caiden)
Igualmente, este mundo democrático en el
que interactuemos, al mismo tiempo que crea los principios morales, las
instrucciones apropiadas, los procesos y las prácticas funcionales para
dinamizar sus propias sociedades, intenta encontrar los mecanismos que reduzcan
la incidencia de las características antes mencionadas.
La revalorización ética de la política llevaría a la ciudadanía a recuperar la credibilidad en la política como una actividad cuyo fin último es promover el bien común. (Tunnermann, 2005)
Si bien, se reconoce el gran aporte de la Cultura Política, para el siglo XX, el enfoque no ha estado exento de cuestionamientos tanto por parte de cientistas sociales. Se han cuestionado por parte de investigadores comunistas como Richard Fajen (1969), Robert Tucker (1973), y Stephen White (1979 y 1984), entre otros, la separación que se realiza entre comportamiento y actitudes políticas, lo cual equivale a sobrevalorar demasiado lo psicológico y por tanto lo subjetivo. De tal forma, se advierte que el énfasis en lo que piensan y no así en la conducta, revela un análisis demasiado subjetivo y por tanto imparcial de la cultura política (Boron, 2000)
CONCLUSIÓN
El concepto de cultura política hace alusión
a una visión psicológica necesaria para entender y aprovechar las acciones políticas
de una sociedad en común, que, aunque criticado, no deja de ser necesario para
establecer las bases de una cultura que obtenga el éxito (políticamente hablando),
donde el beneficio sea de su sociedad en general.
La gobernabilidad democrática adquirido
especial relevancia, pues, Si bien la democracia formal y representativa está
incorporada como un valor en nuestra cultura política latinoamericana, el
problema radica en que los gobiernos democráticos no han logrado ofrecer un
nivel de bienestar aceptable a todos los sectores de la población ni resolver
los problemas del desarrollo, lo cual genera frustración y crisis de
credibilidad en el sistema democrático. Ya que se ha podido evidenciar que en
América Latina y en Bolivia, prevalecen los actores individuales, por sobre los
actores colectivos, contexto de individualización que debilita lo político. La
corrupción pareciera se ha enquistado en los cimientos más profundos de la
sociedad y las democracias, lastimosamente en todo el mundo parecieran ser
incapaces de frenarla.
Y ¿Qué podemos hacer al respecto? Hoy en día el arma más poderosa en contra de la corrupción y cualquier otro tipo de lastre social es la educación, no solamente en el aspecto cognitivo, sino que también en cuanto a valores y probidad.
BIBLIOGRAFÍA
Caiden, Gerald E. (1997) La Democracia y
la Corrupción
Filmus Daniel (2005) Gobernabilidad
democrática: conceptualización, Venezuela.
Godoy, Saban, (1991) El Marco Jurídico de
la Corrupción, (Editor Civitas S.A), Madrid.
Millán La Rivera C. (2008) Cultura política: acercamiento
conceptual desde América latina (PERSPECTIVAS DE LA COMUNICACIÓN · Vol. 1, Nº 1) Chile
Montenegro de Fletcher A. Corrupción,
Democracia Y Ética Panamá
Tunnermann B. C. (2005) Una Nueva Cultura
Política Para América Latina (UPOLI, Universidad Politécnica de Nicaragua) Nicaragua.
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